El seguro de vida como herencia: razones para contratarlo
Un seguro de vida no solo protege a tus seres queridos “en lo inesperado”, sino que, bien elegido, puede convertirse en un pequeño ahorro que tú mismo aproveches más adelante, cuando ya no tengas personas a tu cargo.
Un seguro de vida es un contrato con una aseguradora: tú pagas una prima (mensual, trimestral o anual) y, si llegara a ocurrir tu fallecimiento, la compañía entrega un monto fijo a quienes hayas designado como beneficiarias. Piensa en él como un “fondo listo para usar” por tu familia, sin trámites de sucesión largos ni juicios costosos.
Cuando lo concibes como una herramienta de herencia, no solo puedes pensar en el monto principal que dejarás, sino también en los gastos que conlleva transferir bienes, como la escrituración de propiedades. Esto evita que tus herederos destinen recursos propios o se endeuden para cubrir costos notariales, impuestos y honorarios legales. También previene desacuerdos y disputas entre ellos que compliquen la aplicación del patrimonio.
A continuación encontrarás una guía sencilla para entender cómo funciona y cómo contratarlo pensando en dejar un legado sin complicaciones.
Problemas comunes en las herencias en México
- Alta proporción de testamentos faltantes: más del 80 % de los juicios sucesorios en México se tramitan sin un testamento, lo que obliga a los familiares a seguir la sucesión intestada. Esto retrasa el proceso varios meses o incluso años.
- Disputas familiares: un estudio de Credit Suisse indica que el 70 % de las familias fracasan en la transferencia de su patrimonio debido a desacuerdos entre herederos.
- Costos elevados de juicios intestamentarios: un juicio sucesorio puede costar entre $100 000 y $1 000 000 pesos en honorarios, pagos administrativos e impuestos.
- Duración prolongada: en promedio, una sucesión intestamentaria dura de seis meses hasta varios años, acumulando gastos continuos.
Ventajas de planear tu seguro como herencia
- Liquidez inmediata:los beneficiarios reciben el dinero en semanas, no en años.
- Gastos cubiertos:además de una cantidad para el apoyo a tus beneficiarios, incluyes en la póliza el dinero necesario para cubrir impuestos y honorarios notariales al heredar una casa o terreno.
- Paz y armonía:al asignar porcentajes claros (por ejemplo, 50 % para tu pareja, 25 % para cada hijo), nadie quedará con dudas ni resentimientos.
- Ahorro futuro:si contratas un seguro de vida permanente, parte de tu prima se acumula como un “valor en efectivo”. Ese dinero crece con el tiempo y, cuando ya no tengas personas dependientes (por ejemplo, cuando tus hijos sean independientes), tú mismo lo puedes retirar para disfrutarlo.
¿Seguro temporal o permanente?
- Temporal (plazo fijo):
- Costo más bajo.
- Cubre solo el tiempo que especifiques (por ejemplo, hasta que tus hijos terminen la universidad).
- Al vencerse, no genera valor de ahorro.
- Permanente (vida entera o universales):
- Prima más alta, pero fija de por vida.
- Aparte de la cobertura por fallecimiento, crea un fondo de ahorro que puedes usar en vida.
- Ideal si buscas proteger a tus dependientes y, después, disponer de ese ahorro.
Pasos para contratarlo sin errores
- Calcula el monto necesario:
- Suma el valor de tu casa, tus deudas y los futuros gastos de escrituración (usualmente entre 3 % y 6 % del valor del inmueble).
- Añade un 20 % extra para imprevistos.
- Define a tus beneficiarios:
- Escribe nombres completos y parentesco.
- Asigna porcentajes claros para evitar confusiones.
- Elige las coberturas que necesites:
- Pregunta por las coberturas de muertes accidental y de incapacidad total y permamente.
- Decide el tipo de póliza:
- Temporal si necesitas solo protección en un periodo concreto.
- Permanente si además buscas generar un ahorro a mediano o largo plazo.
- Revisa periódicamente:
- Cada dos años (o tras un cambio importante: nacimiento, compra de bienes, deudas nuevas), ajusta sumas aseguradas y beneficiarios.
Contratar un seguro de vida pensando como herencia es regalar tranquilidad y evitar trámites largos, disputas y gastos inesperados. Además, si eliges un seguro permanente, estarás creando un ahorro accesible para ti en el futuro, cuando ya no haya dependientes financieros. Con una sencilla planeación —calcular montos, definir beneficiarios, incluir coberturas de escrituras y revisar tu póliza regularmente— garantizas que tu legado sea un soporte real y afectivo para quienes amas, sin dejar cabos sueltos.
¿Te interesa ahondar sobre este o algún otro tema de seguros o finanzas personales? Comunicate conmigo y con gusto lo platicamos.
Un abrazo.
