¿Qué pasaría si no existieran los seguros? Breve historia de los seguros
En una ocasión, alguien me preguntó sobre el nacimiento de los seguros. Cuando me inicié en este mundo, pasé por la escuela de Seguros Monterrey New York Life, donde me capacitaron como asesor. Ahí, uno de los primeros temas trató acerca de la historia del seguro y el surgimiento, allá por 1698, de la primera aseguradora privada en Londres, Inglaterra.
Sin embargo, se considera que la historia del seguro se remonta a las antiguas civilizaciones griegas, romanas o babilónicas, las cuales buscaban proteger tanto los intereses personales como los de la comunidad. Así, los primeros contratos, hace unos 3,000 años antes de Cristo, eran conocidos bajo el nombre de Contratos a la gruesa y se efectuaban principalmente entre banqueros y propietarios de barcos. El dueño de la embarcación tomaría prestado los fondos para comprar carga y financiar un viaje. El contrato de Préstamos a la gruesa especificaba que si el barco o la carga se perdía durante el viaje, el préstamo se consideraría como cancelado.
Los primeros seguros de vida aparecen en la Edad Media. Debido a los viajes que se realizaban a través del océano, los piratas se dedicaban a capturar a la tripulación y pedir un rescate; si éstos no lo tenían, eran lanzados al mar. Así surgió el seguro de vida, para poder garantizar el rescate. Más tarde se amplió la cobertura por fallecimiento en caso de naufragio.
En septiembre de 1666 ocurre el gran incendio de Londres, cuyas consecuencias fueron catastróficas. Destruyó 12,300 casas y 87 iglesias. Miles de personas perdieron sus propiedades y negocios. El médico Nicholas Barbon dejó su profesión para ayudar en la reconstrucción de las viviendas arrasadas. Esto le llevó a crear su propia compañía aseguradora contra incendios en 1667: la Fire Office.
En 1698, Edward Lloyd era propietario de la cafetería llamada Lloyd’s, ubicada en el sector financiero de Londres. Ahí, entre sus clientes, surgió la idea de compartir los riesgos de transportar mercancías. Luego fue desarrollándose el negocio de suscribir o compartir en partes el valor de un embarque. Estos suscriptores o “aseguradores”, tomaron el nombre de Lloyd’s Underwriter y al negocio de suscribir o compartir un embarque le llamaron “seguro”
Lloyd’s de Londres se convirtió en la aseguradora más famosa del sector. Hasta mediados del siglo XX, la compañía monopolizó todos los seguros marítimos de Inglaterra.
El Seguro de vida comienza a desarrollarse en el siglo XVII. Para calcular el coste real de antemano, se comenzaron a utilizar las leyes de la probabilidad y el principio de la esperanza de vida, con el objetivo de determinar las anualidades. Los miembros se asociaban y creaban un fondo de contribuciones. El total se invertía y al final de cada año se repartían los intereses entre los supervivientes.
Durante el siglo XVIII, en base a las teorías de Galileo y Pascal sobre el cálculo de probabilidades, tanto las rentas vitalicias como las indemnizaciones se calculan científicamente teniendo en cuenta la edad y otros factores. Esto da origen a las tablas de mortalidad. La primera empresa que nace basándose en esta teoría es The Equitable Life Assurance Society, en 1762, en Inglaterra. La Suma asegurada y la Prima se fijaban al contratar la póliza.
En lo que se refiere a México, la historia del seguro se remonta a finales del siglo XIX. En 1870 se regula el contrato de un seguro en el Código Civil. En 1935 se promulgan las primeras leyes que rigen al sector asegurador mexicano: la Ley sobre el Contrato de Seguros y la Ley General de Instituciones de Seguros.
Como podemos ver, las compañías de seguros cumplen con una función económica y social. Hacen que, en un mundo incierto y lleno de riesgos, se pueda vivir en forma segura. Entiendo cuando algunas personas me dicen que las aseguradoras son un gran negocio, pues es cierto. Sólo las instituciones de beneficencia son sin fines de lucro y, sin embargo, varias de estas tienen grandes ganancias. Los negocios son creados para generar utilidades, ¿o no?
Siempre he pensado y expresado que la forma en que las primas de los seguros sean menores, es que un mayor número de personas se aseguren. En los países donde esto sucede, los resultados están a la vista.
Es un hecho que, en el mayor de los casos, si el seguro es bien contratado, siempre es de gran utilidad para el contratante pues al contar con un seguro, siempre será menor el desembolso ante un suceso imprevisto que al no tenerlo.
Quisiera pedirte que hagas una reflexión. Imagina por un momento que no existieran las aseguradoras y por ende los seguros.
¿Cómo sería la vida si no hubiera seguros? ¿Qué pasaría si una gran empresa sufre un incendio y no hay seguro? ¿Qué pasaría si alguien choca con su auto, es pérdida total y no hay seguro? Un familiar tiene que ser hospitalizado y operado y no hay seguro. Un transportista es asaltado, le quitan la carga que representa millones y no hay seguro. Hay un terremoto en la ciudad, queda casi destruida, y no hay seguro.
Un mundo sin seguros puede convertirse en una pesadilla. Sin seguro, se pierde la confianza y sin confianza, no hay futuro.
Los seguros son un elemento clave de la libertad, de la igualdad social y de la confianza entre las personas.
Me gustaría me compartieras lo que pensaste sobre tener un mundo sin seguros. Espero tus comentarios.
