¿Conoces la cronología del manejo del dinero?

Han sido muchas las veces que, al entrevistar a un posible cliente para la venta de un seguro, recibo el mismo tipo de respuestas. “En cuanto termine de pagar mi auto, te compro la póliza”. “No me alcanza, porque estoy pagando la hipoteca de mi departamento”. “En cuanto reciba un dinero que me deben, lo contrato”. “Prefiero comprar un bien raíz, que adquirir un seguro”
Esto me ha llevado a la conclusión de que las personas definitivamente desconocen cómo es el manejo del dinero. Existe un orden para llegar a tener un buen manejo del dinero. A eso lo llamo la cronología del dinero.
La gestión adecuada de nuestro dinero es crucial para lograr una vida financiera saludable y sin preocupaciones. Sin embargo, no todos sabemos cómo hacerlo. Por ello, a continuación, te presento una cronología del dinero, para ayudarte a comprender el orden en que debes manejar el dinero en tu vida.
Cronología del Dinero
1. LOS INGRESOS. El primer paso en la gestión de tus finanzas personales es asegurarte de tener ingresos suficientes. Esto implica buscar empleo o emprender tu propio negocio. Los ingresos son la base, son los cimientos de tu estructura financiera. Todo lo demás dependerá de la magnitud de tu ingreso.
Una vez que tienes un ingreso estable, debes empezar a controlar tus gastos y ahorrar una parte de tus ingresos para emergencias y oportunidades de inversión. Un presupuesto mensual te ayudará a seguir el camino correcto.
2. CONTROL DE DEUDAS. A continuación, y una vez que tienes ingresos regulares, debes asegurarte de no acumular deudas innecesarias. En caso de que tengas deudas, prioriza las que tienen tasas de interés más altas y busca pagarlas primero. También puedes considerar la consolidación de deudas si eso te ayuda a pagar menos intereses en general. Se pueden tener deudas, pero deben ser manejables, es decir, que el pago de estas corresponda a un pequeño porcentaje de los ingresos mensuales. Digamos entre un 20% y 30% o menos.
3. FONDO DE EMERGENCIA. El tercer punto es tener un fondo de emergencia para el caso de que te enfrentes a una crisis financiera. Este fondo debe contener suficientes ahorros para cubrir tus gastos durante al menos seis meses. Mantén este dinero en una cuenta de ahorros que te permita retirarlo fácilmente en caso de necesidad. Si en algún momento llegas a hacer uso de tu fondo de emergencia, es importante volver a crearlo lo más pronto posible, dando prioridad sobre los siguientes puntos.
4. SEGUROS DE VIDA Y GASTOS MÉDICOS. Ahora viene el aspecto de la prevención y el cuidado de tu patrimonio. Para ello, considera contratar un seguro de vida y un seguro de gastos médicos para proteger tu futuro financiero. Si tienes dependientes financieros, un seguro de vida te proporcionará la tranquilidad de saber que ellos estarán cubiertos en caso de que fallezcas. Un seguro de gastos médicos, por otro lado, te protege de los altos costos de atención médica en caso de enfermedad o lesión.
Los seguros nos apoyan con dinero en los momentos en que más lo necesitamos. Es muy probable que hayas conocido a personas que, ante un fallecimiento o una enfermedad grave, no solamente pierden sus ahorros, sino también los de sus familiares y amigos.
5. INVERSIONES A MEDIANO Y LARGO PLAZO. Ya que tengas resueltos los cuatro primeros puntos, es hora de considerar las inversiones a mediano y largo plazo. Las opciones de inversión incluyen acciones, bonos, fondos de inversión, bienes raíces, entre otros. Haz tu investigación y asegúrate de elegir opciones que se adapten a tus objetivos y perfil de riesgo.
Es importante crear una estrategia de inversión basada en objetivos concretos y en los plazos para lograrlos. Estos pueden ser: capacitación y aprendizaje, adquisición de un auto, vacaciones, enganche de una casa o departamento, etc.
6. ADQUISICIÓN DE BIENES RAICES. La adquisición de bienes raíces es la última parte en la línea de tiempo en el manejo del dinero. Como es una inversión importante y requiere de un plan financiero sólido, antes de adquirir una propiedad asegúrate de tener un historial crediticio sólido y un fondo de emergencia adecuado. También debes considerar los costos de la hipoteca, el mantenimiento de la propiedad y los impuestos.
Una hipoteca para comprar un bien raíz, es una deuda buena, si primero tienes ya cubiertos los cinco puntos anteriores. Pero se convierte en deuda mala si no te es posible pagar las mensualidades por haberte adelantado en la decisión.
En resumen, trata de tener lo ingresos más altos posibles, vive acorde a tus ingresos y evita sobre-endeudarte, prioriza la prevención con tu fondo de emergencia y la contratación de seguros y, por último, haz que el dinero trabaje para ti mediante las inversiones y los bienes raíz. Con esto puedes asegurarte un futuro financiero saludable y sin preocupaciones.
Te recuerdo que si quieres una asesoría gratuita sobre este o algún otro tema de los que he tratado en mis correos, con gusto te atiendo. Sólo envíame un mensaje o correo y nos ponemos de acuerdo.